Unidades de reproducción asistida

Alternativas de inseminación artificial

Las alternativas de inseminación artificial son un tipo de tratamiento de fertilidad que han ayudado a innumerables parejas a superar sus problemas de infertilidad y a cumplir su sueño de tener un hijo. Existen varias modalidades de donación para la inseminación artificial, cada una con sus propias características, posibilidades de desarrollo del embrión una vez fecundado y eventuales riesgos para la madre, el feto y el recién nacido.

La inseminación artificial ofrece una gran esperanza a las parejas que tienen dificultades para concebir. Si bien hay ciertos riesgos, estos suelen ser pequeños y se ven superados por el potencial beneficio de poder tener un hijo. Si estás considerando la inseminación artificial, es importante que hables con tu médico para entender completamente todas las modalidades de donación, las posibilidades de desarrollo del embrión y los riesgos asociados.

La primera de las alternativas de inseminación artificial es con semen del cónyuge y óvulos del cónyuge. En esta modalidad denominada homóloga, se recolectan los óvulos y el semen de la pareja y se lleva a cabo la fecundación en un laboratorio mediante técnicas de Fecundación In Vitro (FIV) o de Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI). Luego, uno o más de los embriones resultantes se transfieren al útero de la mujer que va a llevar a término el embarazo para que se implanten uno o dos en su útero y se desarrolle el feto. Esta es una opción muy común para las parejas que tienen dificultades para concebir naturalmente, pero donde ambos miembros son capaces de producir células sexuales viables.

Alternativas de inseminación artificial heteróloga

La segunda opción es la inseminación artificial con semen de donante anónimo y óvulo del cónyuge. Esto se realiza cuando hay problemas con la calidad o la cantidad de los espermatozoides del hombre. En este caso, se utiliza el semen de un donante anónimo y los óvulos de la mujer. El proceso de fecundación y transferencia del embrión se realiza de la misma manera que en la primera opción.

La tercera modalidad es la inseminación artificial con semen del cónyuge y óvulo de donante anónimo. Esta opción se considera cuando la mujer no puede producir óvulos viables o cuando existen enfermedades genéticas que se quieren evitar. Los óvulos de la donante se fertilizan con el semen del cónyuge y luego se transfieren al útero de la mujer.

Hay una última posibilidad en que tanto el semen como los óvulos proceden de donante anónimo.

Cada modalidad de donación presenta diferentes posibilidades de desarrollo del embrión una vez fecundado. En general, los embriones tienen la mayor posibilidad de implantarse y desarrollarse en el útero de la madre cuando se utilizan óvulos y semen de buena calidad. Sin embargo, otros factores como la salud general de la mujer, su edad y su estilo de vida también pueden influir en el desarrollo del embrión.

En la mayor parte de los casos no existen riesgos para la madre, el feto o el recién nacido, la inseminación artificial es un procedimiento seguro y ampliamente comprobado. Tal vez para la madre, puede presentar leves reacciones alérgicas a los medicamentos hormonales utilizados para estimular la generación de óvulos o para facilitar la implantación de los embriones. También pueden aparecer las características complicaciones del embarazo si se produce un embarazo múltiple.

En cuanto al feto y al recién nacido, los riesgos son mínimos y en su mayoría están relacionados con las características genéticas del donante. Algunos estudios han sugerido un riesgo ligeramente mayor de defectos de nacimiento en los niños concebidos mediante inseminación artificial, pero es importante recordar que estos riesgos son muy bajos en términos absolutos y relativos.

 


Autor: Sonia Quero | Artículos de Sonia Quero
La Lcda. Sonia Quero es farmacéutica con más de 15 años de experiencia en su profesión. Ha recibido la Suficiencia Investigadora en el Programa de Doctorado de Salud Pública (Universitat de Barcelona 1997). Tiene el título de Máster experimental en Ciencias farmacéuticas, en la Especialidad de Salud Pública con el tema Consumo de tabaco y alcohol en adolescentes (2000). Ofrece sus consejos para prevención y recuperación de patologías. Es especialista en complementos naturales como la silimarina (cardo mariano), la caléndula, los antioxidantes y su efecto en determinadas patologías crónicas como pueden ser el hígado graso, la diabetes o la endometriosis. Asesora también en  cosmética corporal BIO.

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