Las mujeres que tienen un defecto del útero o han perdido el útero por cáncer o por miomas (histerectomía), la única opción que tienen para tener un hijo es el útero surrogado, que consiste en fecundar in vitro los óvulos de la paciente con los espermatozoides de su esposo, colocando los embriones en el útero de otra mujer, que desee ayudarlos a poder gestar el bebé. Pero, los científicos están investigando y desarrollando nuevas técnicas para ayudar a estas pacientes: el transplante de útero y los úteros artificiales.
En Abril del 2000, se realizó en Arabia Saudita por primera vez en el mundo un transplante de útero. El útero saludable de una mujer con un problema en los ovarios fue transplantado a una paciente de 26 años que había perdido el útero. El órgano fue rechazado por el sistema inmunológico de la mujer, pero el rechazo fue controlado con un tratamiento inmunosupresor por 10 días. Luego, la paciente fue tratada con hormonas para producir el tejido interno del útero (endometrio) y se logró que tuviera dos ciclos menstruales, antes de que surgiera una complicación, un coágulo obstruyó la arteria encargada de suministrar sangre al útero, que causó que el útero fuera removido. A pesar de esto, la operación fue considerada un éxito, ya que representa una nueva alternativa para pacientes con defectos o ausencia de útero.
Por otro lado, dos grupos de científicos están trabajando en otra alternativa para estas pacientes, intentando crear un útero artificial. Un grupo de la Universidad de Cornell ha estado trabajando con células extraídas de la madre, con hormonas y nutrientes han logrado modelarlas en estructuras con la forma del útero. Embriones de de Fecundación in vitro se han colocado por 6 días en estas estructuras, y se observó que se adhieren al tejido y comienzan a desarrollarse. Los científicos planean dejarlos por 14 días (que es el máximo tiempo permitido), para estudiar si los embriones pueden comenzar a desarrollar venas y la placenta.Esta estructura puede ser transplantada a la mujer sin que ocurra rechazo, ya que proviene de sus propias células. La idea es ayudar a pacientes que no pueden concebir porque tienen el útero dañado.
Mientras, un grupo japonés de la Universidad de Juntando, ha experimentado con fetos de cabras, tratando de conservarlos vivos en un tanque lleno de fluido amniótico con temperatura controlada. Los fetos tienen sus cordones umbilicales conectados a una máquina que se encarga de darles los nutrientes y disponer de los productos de excreción. Hasta los momentos sólo han logrado que sobrevivan por 10 días, pero los resultados sugieren que con estos nuevos avances tecnológicos, será posible ayudar a las pacientes con problemas uterinos, abortos recurrentes o partos prematuros.
Fuentes: International Journal of Gynaecology and Obstetrics 3/2002 y The Observer 107/2/2002