Menopausia precoz

Menopausia precoz y contaminación ambiental

¿Cómo prevenir la menopausia precoz? Reduciendo la contaminación ambiental

Hace ya doce años que se sabe que la contaminación ambiental afecta directamente a la disminución de calidad en el semen masculino. Recientemente, un estudio científico relaciona la contaminación y los tóxicos con la reducción de la reserva ovárica en la mujer. Es decir, a más contaminación y tóxicos, menos óvulos en reserva. Estos factores pueden provocar la pérdida de hasta el 80% de los óvulos, de forma que un gran número de mujeres menores de 40 años sufren menopausia precoz, a pesar de seguir teniendo el periodo.

La infertilidad femenina se puede ver acentuada desde los primeros meses de gestación. A los 5 meses, los bebés femeninos ya han producido toda la reserva de óvulos con que contarán el resto de su vida. Y si la madre acumula en su grasa muchos tóxicos, la reserva de la niña será menor y de peor calidad. Además, la reserva puede disminuir cada día, dependiendo del nivel la contaminación ambiental que rodee a la mujer.

Esta bajada se atribuye a causas conocidas hasta ahora en solo un 20% de los casos. Es decir, 2 de cada 10 veces, los óvulos de la reserva disminuyen debido a la herencia genética, los tratamientos por quimioterapia o radioterapia, las patologías autoinmunes o la endometriosis. En el resto de casos, 8 de cada 10, el origen está en la presencia ambiental de pesticidas, dioxinas, hidrocarburos aromáticos, disruptores estrogénicos, diseños policromados, tabaco o plomo. Según las conclusiones del estudio, la contaminación no provoca un mayor índice de menopausia precoz en general pero sí una bajada del número de óvulos en la reserva ovárica de mujeres jóvenes potencialmente fértiles.

Menopausia precoz y contaminación ambiental

Existen multitud de tóxicos que afectan a la fertilidad y que se siguen utilizando en nuestro día a día, a pesar de estar prohibidos por la Unión Europea desde hace más de 20 años. Por ejemplo, el compuesto DDT se emplea a menudo como base de insecticidas, ya que se trata de un producto de bajo precio importado desde países que no pertenecen al territorio europeo. Este insecticida se deposita en frutas y verduras que acaban en nuestros supermercados, en nuestra nevera, y finalmente, en nuestros platos. El cuerpo humano no está preparado para metabolizar el compuesto DDT, por lo que queda acumulado en el organismo hasta el punto de llegar a detectarse en la leche materna analizada en este estudio.

Las dioxinas están consideradas como los productos químicos más tóxicos que el ser humano ha sido capaz de sintetizar. Y además de ser muy tóxicas, perduran en el ambiente durante mucho tiempo. Más del 90% de la exposición humana a las dioxinas se produce por medio de los alimentos, en particular los productos cárnicos y lácteos, pescados y mariscos.

Los hidrocarburos aromáticos son un grupo de más de 100 sustancias químicas diferentes que se forman durante la combustión incompleta del carbón, petróleo y gasolina, basuras y otras sustancias orgánicas como el tabaco y la carne preparada en la parrilla.

Los disruptores endocrinos o disruptores estrogénicos son sustancias químicas sintetizadas que se usan habitualmente en la industria, la agricultura y el hogar. Son muy resistentes y se acumulan en nuestro organismo actuando como estrógenos. Estos disruptores actúan en dosis muy bajas pero su periodo de latencia dura décadas. Al acumularse en medios grasos, la leche materna presenta concentraciones muy altas. En los núcleos urbanos más industrializados su presencia es muy elevada. La Unión Europea ha elaborado una lista de 550 sustancias que pueden ser disruptores endocrinos. Por ejemplo:

  • Pesticidas,
  • desinfectantes,
  • disolventes,
  • compuestos clorados,
  • dioxinas (se desprenden de las incineradoras de residuos),
  • alquilfenoles (utilizadas masivamente como componentes de plásticos y detergentes, espumas anticonceptivas),
  • bisfenol (componente básico de plástico rígido usado en CDs y en algunos biberones, pinturas, colas. Una de las fábricas más importantes del mundo de Bisfenol-A está en Cartagena),
  • policarbonato (utilizado en las latas de conserva y de bebidas),
  • ftalatos (utilizado en cosméticos, laca de pelo, perfumes, plásticos, productos de limpieza de uso habitual, industria textil),
  • estireno (barnices, pinturas, polímeros),
  • PCBs (sector eléctrico, selladoras…..),
  • PBBs (son pirorretardantes bromados  como plásticos, tapicerías de sofás y de todo tipo de vehículos, moquetas, recubrimientos, cableado,…
  • etc.

Libro recomendado:

Érase una vez… mi endometriosis, Crónica de una enfermedad diferente de las demás, es el título de un libro ilustrado sobre la endometriosis publicado por MaY Fait Des Gribouillis en la editorial RBA. La obra nos da una perspectiva nueva, desde el punto de vista de la autora, paciente de la enfermedad. 


Autor: Sonia Quero | Artículos de Sonia Quero
La Lcda. Sonia Quero es farmacéutica con más de 15 años de experiencia en su profesión. Ha recibido la Suficiencia Investigadora en el Programa de Doctorado de Salud Pública (Universitat de Barcelona 1997). Tiene el título de Máster experimental en Ciencias farmacéuticas, en la Especialidad de Salud Pública con el tema Consumo de tabaco y alcohol en adolescentes (2000). Ofrece sus consejos para prevención y recuperación de patologías. Es especialista en complementos naturales como la silimarina (cardo mariano), la caléndula, los antioxidantes y su efecto en determinadas patologías crónicas como pueden ser el hígado graso, la diabetes o la endometriosis. Asesora también en  cosmética corporal BIO.

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