Fecundación In Vitro

Fecundación In Vitro (FIV)

Fecundación In Vitro (FIV): Un camino hacia la maternidad

La Fecundación In Vitro (FIV) se ha convertido en una de las técnicas más efectivas para tratar problemas de fertilidad en mujeres y parejas de todo el mundo. Este procedimiento, que se realiza en un laboratorio y luego implica la transferencia del embrión al útero de la mujer, ha permitido a muchas personas cumplir su sueño de convertirse en padres. Sin embargo, es esencial comprender el proceso, así como las posibles implicaciones para la salud materno-infantil.

El procedimiento de FIV generalmente comienza con una fase de estimulación ovárica. Durante este periodo, la mujer recibe medicamentos para fomentar la producción de múltiples óvulos en los ovarios. Una vez maduros, estos óvulos se recogen en un procedimiento laparoscópico llamado punción ovárica. El objetivo es obtener la mayor cantidad posible de óvulos para maximizar las posibilidades de éxito de la FIV.

Los óvulos recolectados se combinan con los espermatozoides en una placa en el laboratorio para permitir la fecundación. Los embriones resultantes se cultivan durante unos días antes de seleccionar uno o más para la transferencia al útero de la mujer. Si todo va bien, uno de estos embriones se implantará en el revestimiento del útero y comenzará a crecer.

Efectos sobre la salud materno-infantil de la Fecundación In Vitro

Aunque la FIV es una técnica efectiva y segura de reproducción asistida, también conlleva ciertas implicaciones para la salud materno-infantil. En primer lugar, el tratamiento con FIV puede ser emocional y físicamente desafiante. Los medicamentos hormonales utilizados para la estimulación ovárica pueden causar efectos secundarios como hinchazón, cambios de humor, y en casos raros, puede provocar el síndrome de hiperestimulación ovárica, una afección potencialmente grave.

Desde el punto de vista del bebé, la investigación ha demostrado que los niños concebidos por FIV pueden tener un ligero aumento en el riesgo de ciertos problemas de salud, como defectos congénitos o bajo peso al nacer. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos riesgos son relativamente bajos y que la mayoría de los niños concebidos por FIV nacen saludables.

Además, las mujeres que se someten a FIV tienen más probabilidades de tener un embarazo múltiple, lo cual ocurre cuando se transfiere más de un embrión al útero. Los embarazos múltiples pueden aumentar el riesgo de complicaciones como el parto prematuro y la preeclampsia.

En términos generales, la FIV es un procedimiento seguro y eficaz que ha permitido a millones de personas en todo el mundo convertirse en padres. Aunque puede conllevar ciertos riesgos y desafíos, los avances en la tecnología y las técnicas de FIV han hecho que el proceso sea más seguro y efectivo que nunca. Es crucial que las parejas que consideran la FIV hablen previamente a someterse al procedimiento con un profesional de la salud para entender completamente el proceso, los riesgos y las posibilidades de éxito. Cada caso es único, y un especialista en fertilidad podrá ofrecer consejos y orientación basados en las circunstancias individuales de cada pareja.

La FIV puede ser un camino lleno de emociones, con altos y bajos, esperanzas y desafíos. Pero para muchas parejas, el final del camino, la oportunidad de tener un hijo, hace que todo el viaje valga la pena. A pesar de los posibles obstáculos y riesgos, la FIV sigue siendo una valiosa herramienta en la lucha contra la infertilidad, abriendo las puertas a la maternidad y paternidad para personas que de otra manera no podrían tener hijos. Posiblemente después de un embarazado mediante FIV se produzca el siguiente embarazo de forma natural al haber rebajado la tensión de la pareja con el primer hijo y también por la bomba hormonal que representa para la mujer el embarazo.


Autor: Sonia Quero | Artículos
La Lcda. Sonia Quero es farmacéutica con más de 15 años de experiencia en su profesión. Ha recibido la Suficiencia Investigadora en el Programa de Doctorado de Salud Pública (Universitat de Barcelona 1997). Tiene el título de Máster experimental en Ciencias farmacéuticas, en la Especialidad de Salud Pública con el tema Consumo de tabaco y alcohol en adolescentes (2000). Ofrece sus consejos para prevención y recuperación de patologías. Es especialista en complementos naturales como la silimarina (cardo mariano), la caléndula, los antioxidantes y su efecto en determinadas patologías crónicas como pueden ser el hígado graso, la diabetes o la endometriosis. Asesora también en  cosmética corporal BIO.

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