El estrechamiento de las arterias carótidas es una condición seria que puede llevar a un accidente cerebrovascular (ACV), una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo. Las arterias carótidas, ubicadas a ambos lados del cuello, son responsables de suministrar sangre rica en oxígeno al cerebro. Cuando estas arterias se estrechan debido a la acumulación de placa (colesterol, calcio y otros desechos celulares), el flujo sanguíneo al cerebro se ve comprometido, aumentando el riesgo de coágulos y accidentes cerebrovasculares. Una de las soluciones más efectivas para tratar esta afección es la colocación de un stent en la arteria carótida, un procedimiento mínimamente invasivo que ayuda a restaurar el flujo sanguíneo.
¿Qué es un stent en la arteria carótida?
Un stent arteria carotida es un pequeño tubo de malla metálica que se coloca dentro de la arteria carótida para mantenerla abierta. Funciona como un andamio que sostiene las paredes arteriales, evitando que se colapsen o se vuelvan a estrechar después de haber sido ensanchadas mediante un procedimiento llamado angioplastia.
El procedimiento generalmente se realiza bajo anestesia local y es mínimamente invasivo. Se introduce un catéter (un tubo delgado y flexible) a través de una arteria en la ingle o el brazo, guiándolo hasta la arteria carótida afectada. Luego, se utiliza un balón para expandir la arteria y el stent se despliega para mantener el vaso sanguíneo abierto. Una vez colocado, el stent permanece en la arteria de forma permanente, proporcionando soporte estructural y mejorando el flujo sanguíneo al cerebro.
Los stents utilizados están diseñados para resistir la presión arterial y son compatibles con el cuerpo humano, lo que minimiza el riesgo de reacciones adversas. Además, algunos stents están recubiertos con medicamentos anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos.
¿Cómo funciona el stent en la arteria carótida?
El objetivo principal de un stent en la arteria carótida es mantener el flujo sanguíneo adecuado al cerebro, evitando accidentes cerebrovasculares. Este dispositivo ayuda a estabilizar la placa en las paredes arteriales, lo que reduce el riesgo de que se desprendan fragmentos que podrían bloquear el flujo sanguíneo en el cerebro.
Antes de colocar el stent, se realiza una angioplastia con balón para ensanchar la arteria. Durante este proceso, un pequeño balón se infla en el área estrechada, empujando la placa contra las paredes arteriales y creando espacio para que fluya la sangre. Luego, el stent se coloca en la arteria para mantenerla abierta de forma permanente.
El procedimiento suele durar entre una y dos horas y, en la mayoría de los casos, los pacientes pueden regresar a casa al día siguiente. Aunque es mínimamente invasivo, se deben seguir algunas recomendaciones postoperatorias, como evitar actividades intensas y tomar medicamentos anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos.
Es importante destacar que la colocación de un stent no elimina la placa existente, sino que ayuda a prevenir un mayor estrechamiento de la arteria. Por ello, es fundamental que los pacientes adopten cambios en su estilo de vida, como una dieta saludable, ejercicio regular y dejar de fumar, para mantener sus arterias saludables a largo plazo.
¿Cuándo se recomienda el uso de un stent en la arteria carótida?
No todas las personas con estrechamiento de la arteria carótida necesitan un stent. La decisión de realizar este procedimiento depende de varios factores, incluidos el grado de estrechamiento, la presencia de síntomas y el estado de salud general del paciente.
Un stent en la arteria carótida se recomienda generalmente en los siguientes casos:
- Estenosis severa: Cuando la arteria carótida está estrechada en un 70% o más, incluso si el paciente no presenta síntomas. En estos casos, el riesgo de accidente cerebrovascular es alto, y la colocación de un stent puede prevenirlo.
- Síntomas neurológicos: Si el paciente ha experimentado síntomas como pérdida temporal de visión en un ojo, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o un ataque isquémico transitorio (AIT). Estos síntomas son señales de advertencia de un posible accidente cerebrovascular.
- Alto riesgo quirúrgico: Algunos pacientes no son candidatos adecuados para la cirugía tradicional (endarterectomía carotídea) debido a problemas médicos preexistentes, como enfermedades cardíacas, pulmonares o edad avanzada. En estos casos, el stent es una opción menos invasiva y más segura.
- Reestenosis después de una endarterectomía: Si una persona ha sido operada previamente para eliminar la placa, pero la arteria vuelve a estrecharse, se puede colocar un stent para mantenerla abierta.
Riesgos y beneficios del stent en la arteria carótida
Como cualquier procedimiento médico, la colocación de un stent en la arteria carótida tiene riesgos y beneficios que deben considerarse cuidadosamente:
Beneficios:
- Prevención de accidentes cerebrovasculares: Al mejorar el flujo sanguíneo al cerebro, se reduce significativamente el riesgo de accidentes cerebrovasculares isquémicos.
- Procedimiento mínimamente invasivo: A diferencia de la cirugía abierta, el stent se coloca mediante un catéter, lo que implica menos dolor, una recuperación más rápida y menores riesgos de complicaciones quirúrgicas.
- Opción para pacientes de alto riesgo: Es ideal para aquellos que no pueden someterse a una cirugía tradicional debido a condiciones médicas preexistentes.
Riesgos:
- Accidente cerebrovascular durante el procedimiento: Existe un pequeño riesgo de que se desprendan fragmentos de placa durante la colocación del stent, causando un accidente cerebrovascular. Para minimizar este riesgo, se utilizan dispositivos de protección embólica.
- Formación de coágulos en el stent: Aunque poco común, es posible que se formen coágulos en el stent, por lo que se recetan medicamentos anticoagulantes después del procedimiento.
- Reestenosis: En algunos casos, la arteria puede volver a estrecharse con el tiempo.
¿Es el stent en la arteria carótida la mejor opción?
El stent en la arteria carótida es una solución efectiva y menos invasiva para tratar el estrechamiento de las arterias carótidas, reduciendo el riesgo de accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, no es adecuado para todos los pacientes. La decisión de optar por este procedimiento debe basarse en una evaluación médica integral y personalizada.
Si presentas síntomas como mareos, pérdida de visión o debilidad en un lado del cuerpo, consulta a un médico para una evaluación adecuada. La detección temprana y el tratamiento oportuno pueden marcar la diferencia en la prevención de accidentes cerebrovasculares.