Virus del Papiloma Humano: guía completa para entender y prevenir esta infección

Virus del Papiloma Humano: guía completa para entender y prevenir esta infección

El virus del papiloma humano, conocido como VPH (Virus del Pailoma Humano) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en el mundo. Aunque en la mayoría de los casos el organismo logra eliminarlo de manera natural, ciertos tipos pueden provocar complicaciones serias, incluyendo cáncer. Conocer sus vías de contagio, sus manifestaciones y las medidas de prevención es esencial para proteger la salud.

El virus del papiloma humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más extendidas en el planeta. Su presencia es tan común que se estima que la mayoría de las personas sexualmente activas entrarán en contacto con él en algún momento de su vida. Aunque en la mayoría de los casos el sistema inmunitario logra eliminarlo de forma natural, determinados tipos de VPH pueden persistir y provocar lesiones que, si no se tratan, derivan en cáncer. Conocer cómo se transmite, qué síntomas puede causar y cómo prevenirlo es esencial para proteger la salud sexual y general.

Clasificación del VPH según su riesgo

El virus del papiloma humano está compuesto por más de 200 genotipos identificados, de los cuales alrededor de 40 tienen afinidad por la zona genital, anal y orofaríngea. La clasificación en función de su potencial oncogénico (capacidad de causar cáncer) es esencial para orientar la prevención, el diagnóstico y el seguimiento médico.

VPH de bajo riesgo

Los genotipos de bajo riesgo, como el VPH-6 y el VPH-11, son responsables de la mayoría de los casos de verrugas genitales (condilomas acuminados) y anales, así como de lesiones benignas en mucosas y piel. Estas verrugas pueden ser únicas o múltiples, con una superficie lisa o con aspecto de coliflor, y aunque no evolucionan a cáncer, su presencia puede generar:

  • Molestias físicas como picor, ardor o sangrado si se irritan.

  • Incomodidad estética que afecta a la autoestima y las relaciones de pareja.

  • Repercusiones emocionales, especialmente en personas que desconocían que el VPH podía causar este tipo de lesiones.

En casos menos frecuentes, estos tipos pueden afectar la laringe y las vías respiratorias, provocando papilomatosis respiratoria recurrente, una enfermedad caracterizada por la aparición de pequeños tumores benignos que, al obstruir las vías respiratorias, requieren intervenciones periódicas para mantenerlas despejadas.

Aunque el tratamiento elimina la lesión visible, el virus puede permanecer latente en la piel o mucosa, lo que explica las recurrencias habituales.

VPH de alto riesgo

En este grupo se incluyen los genotipos con capacidad demostrada de inducir cambios celulares que, con el tiempo, pueden derivar en cáncer. Entre ellos, los más relevantes son el VPH-16 y el VPH-18, responsables de cerca del 70 % de los casos de cáncer de cuello uterino en el mundo. Otros tipos como el VPH-31, VPH-33 y VPH-45 también tienen una fuerte asociación con tumores de vulva, vagina, pene, ano y orofaringe.

Su potencial oncogénico se debe a que, en algunas infecciones persistentes, el virus logra integrarse en el ADN de la célula huésped, alterando genes que regulan el ciclo celular y la muerte programada (apoptosis). Esto favorece la proliferación descontrolada de células anormales, que pueden progresar a lesiones precancerosas y, finalmente, a cáncer invasivo.

Los factores que incrementan el riesgo de que una infección por VPH de alto riesgo evolucione a cáncer incluyen:

  • Sistema inmunitario debilitado (por VIH, tratamientos inmunosupresores o enfermedades crónicas).

  • Coinfección con otras enfermedades de transmisión sexual.

  • Consumo de tabaco, que altera la respuesta inmunitaria local.

Persistencia del mismo tipo de VPH durante varios años.

Cómo se transmite el VPH

El virus del papiloma humano es altamente contagioso y se transmite principalmente por contacto directo piel con piel o mucosa con mucosa. La vía más habitual es durante las relaciones sexuales vaginales, anales u orales, aunque la penetración no es necesaria para el contagio: basta con el roce de la piel o mucosas infectadas.

Principales vías de transmisión

  • Uso compartido de juguetes sexuales: si no se emplea preservativo o no se desinfectan adecuadamente, pueden transferir el virus de una persona a otra.

  • Microlesiones invisibles: incluso sin heridas visibles, las pequeñas fisuras en la piel o mucosas facilitan la entrada del virus.

  • Transmisión vertical: en casos poco comunes, una madre portadora del VPH puede transmitirlo al bebé durante el parto, provocando en algunos casos papilomatosis respiratoria infantil.

Aspectos importantes sobre la protección

El preservativo es una medida preventiva eficaz, pero no ofrece protección total frente al VPH. Esto se debe a que cubre únicamente el pene y no otras zonas susceptibles al contagio, como el pubis, periné o parte interna de los muslos. Por ello, la combinación de preservativo con vacunación y revisiones periódicas es la estrategia más segura para reducir el riesgo de infección.

Además, la transmisión no está limitada a las zonas genitales. En determinados casos, el VPH puede encontrarse en mucosas orales o en lesiones cutáneas de otras partes del cuerpo, lo que amplía el riesgo a prácticas sexuales no penetrativas y a ciertos contactos piel con piel.

Señales y síntomas del VPH

En la mayoría de los casos, la infección es asintomática, lo que dificulta su detección y aumenta el riesgo de contagio sin saberlo. Cuando aparecen manifestaciones clínicas, pueden incluir:

  • Verrugas genitales o anales de aspecto carnoso o blanquecino.

  • Lesiones en la mucosa oral o faríngea que pueden provocar molestias al tragar o hablar.

  • Alteraciones celulares detectadas en citologías o pruebas de cribado, sin síntomas visibles.

En los casos de infección por tipos de alto riesgo, la persistencia puede provocar lesiones precancerosas que evolucionan lentamente hacia el cáncer.

Métodos de diagnóstico

El diagnóstico del VPH se basa en pruebas adaptadas a la localización y tipo de virus sospechado:

  • Citología cervical: analiza células del cuello uterino para detectar cambios precancerosos.

  • Prueba de ADN del VPH: identifica la presencia de tipos de alto riesgo antes de que aparezcan alteraciones celulares.

  • Exploración física: detección visual de verrugas o lesiones en genitales, ano y cavidad oral.

Estrategias de prevención

La prevención del VPH combina medidas médicas y conductuales:

  • Vacunación: protege frente a los tipos más peligrosos y se recomienda antes del inicio de la actividad sexual, aunque es útil en adultos jóvenes.

  • Relaciones sexuales seguras: el uso de preservativo y la reducción del número de parejas disminuyen la probabilidad de contagio.

  • Revisiones periódicas: en mujeres, las citologías y pruebas de detección son claves para evitar la progresión de lesiones.

Opciones de tratamiento

Aunque no existe un medicamento que elimine el virus, sí se tratan las lesiones asociadas:

  • Verrugas: crioterapia, láser, tratamientos químicos o cirugía menor.

  • Lesiones precancerosas: conización, escisión electroquirúrgica o láser terapéutico.

  • Cáncer vinculado al VPH: cirugía, radioterapia y/o quimioterapia, según el caso.

Complicaciones y riesgos

La infección persistente por tipos de alto riesgo es la principal causa de cáncer de cuello uterino, así como de otros tumores en áreas genitales y orofaríngeas. El riesgo es mayor en personas inmunodeprimidas. El diagnóstico puede generar ansiedad y temor al rechazo. La información clara, el apoyo profesional y la comunicación abierta con la pareja son esenciales para afrontarlo. El VPH es frecuente, pero su prevención y detección temprana permiten controlar la mayoría de sus riesgos. La vacunación y la educación sexual son las mejores herramientas para reducir su impacto en la salud pública.


Autor: Redaccion | Artículos
Equipo de redacción de Sanibook. Magazine de noticias de salud basada en fuentes contrastadas. Con el asesoramiento de Sonia Quero, Lcda. en Farmacia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies