Un pólipo es un crecimiento anormal de tejido de la mucosa normalmente lisa del colon (también conocido como intestino grueso).
El intestino grueso es un tubo largo y hueco situado en el extremo del tracto digestivo, cuya función es absorber el agua de las heces para hacerlas más sólidas (las heces son los desechos que pasan a través del recto y el ano gracias a un movimiento intestinal).
Cualquiera puede presentar pólipos, pero se han identificado algunos factores de riesgo específicos:
- Tener más de 50 años
- Presencia previa de pólipos de colon.
- Historia familiar para pólipos o cáncer de colon.
La mayoría de los pólipos de colon no causan síntomas, pero cuando están presentes, podrían deberse a una falla en el colon, dando como resultado primeras impresiones como presencia de sangre en la ropa interior o papel higiénico después de un movimiento intestinal o sangre en las heces.
La mayoría de los pólipos no son peligrosos, pero algunos pueden convertirse en cáncer.
Por este motivo, los médicos proceden a su extracción durante la colonoscopia y, finalmente, pueden solicitar el análisis para resolver cualquier duda.
¿Cuáles son los síntomas de los pólipos de colon?
La mayoría de las personas con pólipos en el colon no muestran ningún síntoma, por lo que a menudo no son conscientes de su presencia (ya sean pólipos solitarios o múltiples) hasta que el médico considera útil recetar periódicamente un chequeo u otros análisis relacionados.
Cuando se presentan los principales síntomas de los pólipos en el colon son:
- Sangrado del ano. El ano es la abertura al final del tracto digestivo a través del cual el cuerpo libera las heces. Puede notar rastros de sangre en la ropa interior o en el papel higiénico después de defecar.
- Estreñimiento o diarrea que dura más de una semana.
- Sangre en las heces. La sangre en las heces puede aparecer negra o puede tener rayas rojas.
- Fatiga, debido a una anemia progresiva debida a la deficiencia de hierro causada por el sangrado de los pólipos.
Si se presentan alguno de estos síntomas, es muy importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico correcto y oportuno.
La mayoría de los pólipos son asintomáticos. El sangrado del recto, generalmente oculto y rara vez masivo, es el trastorno más frecuente. Calambres, dolor abdominal u obstrucción aparecen en grandes lesiones. Los pólipos rectales pueden ser palpables a la exploración rectal. Ocasionalmente, un pólipo de colon de gran tamaño con un tallo largo puede pasar a través del ano. En raras ocasiones, los adenomas vellosos grandes pueden causar diarrea acuosa que produce hipopotasemia.
Diagnóstico y recomendaciones
El diagnóstico se suele realizar con colonoscopia. El enema opaco, especialmente en doble contraste, es efectivo, pero se prefiere la colonoscopia ya que los pólipos también se pueden extirpar durante este procedimiento. Debido a que los pólipos del recto a menudo son múltiples y pueden coexistir con el cáncer, es esencial realizar una colonoscopia completa que alcance el punto ciego, incluso cuando la lesión es visible con una sigmoidoscopia flexible.
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