El cardo mariano es una planta medicinal usada desde hace mucho tiempo por los seres humanos para tratar diversas dolencias. Hoy sabemos que es muy buen remedio para mejorar patologías hepáticas como el hígado graso. Hay que tener en cuenta que las propiedades hepatoprotectoras se encuentran en sus semillas y su principio activo la silimarina no es soluble en agua.
Esta sustancia es la mejor manera de proteger y regenerar las funciones hepáticas. Está totalmente demostrado que su ingesta produce diferentes beneficios en las personas que padecen la enfermedad del hígado graso.
Esto hace cientos de años que es conocido por los estudiosos de la salud natural. Dado que es una planta que se encuentra en el sur de Europa las primeras civilizaciones que empezaron a utilizarlo fueron los griegos y los romanos.