Los padres del niño con difteria, se sienten engañados por los grupos antivacunas que les convencieron de que no debían aplicar las vacunas a sus hijos. Ésta es una enfermedad de la que no había casos en España desde 1987.
En los últimos años se ha puesto muy de moda decir que las vacunas no sirven para nada y que son un montaje de los Laboratorios, todo ello sin aportar pruebas ningún estudio científico. La única evidencia que se mostraba es que los niños no vacunados no solían contraer enfermedades. La práctica desaparición de las enfermedades infecciones no parece importarles y siguen insistiendo en su psuedociencia que ya se ve los resultados que produce.
La razón de esto era que al estar rodeados de otros niños que si estaban vacunados no se exponían a los virus, sin embargo un viaje o el contacto con alguien que tenga la enfermedad y no esté vacunado produce el contagio inmediato.
Ahora el niño de Olot responde bien al tratamiento pero sigue muy grave en la UCI y responde bien al tratamiento pero sigue muy grave. Los médicos del Hospital Vall d’Hebron están suministrando antitoxinas procedentes de Rusia para atenderlo. La autoridades sanitarias ha señalado que los padres están consternados por haber tomado «una mala decisión» tras recibir «una información que procesaron de manera inadecuada».
El Ministerio de Sanidad está estudiando perseguir legalmente a los grupos antivacunas que difunden mensajes basados en mentiras y contribuyen a generar confusión e incumplimiento del calendario de vacunación estipulado.